Thursday, August 31, 2006

 

Talento Colombiano
Claudia Forero Meza

Nací en la bella ciudad de los parques Bucaramanga, un 2 de febrero de 1.966, mi infancia fue muy especial, pues somos siete hermanos y nos la llevábamos muy bien, aunque a veces como todos los hermanos peleábamos.

Nuestra casa era de las antiguas, que tenían esos patios grandes, mi papá decidió construirla y la transformó totalmente, quedó de dos pisos y con habitaciones para ubicarnos, de a dos y una especial para mi hermana la mayor.

Mis papas eran muy especiales y en las vacaciones nos llevaban a pasear, recuerdo mucho que cuando no podíamos ir lejos de Bucaramanga, mi madre inventaba paseos a pueblos cercanos, y siempre llevaba lonchera para el camino, teníamos un carro ford no recuerdo el modelo pero ahí nos íbamos todos. Los domingos era muy rico porque mi papá nos llevaba a comer helados de palito, por los lados del colegio el Pilar, pero no eran gratis, debíamos leer al lado de él una parte del periódico , nos hacia preguntas y de acuerdo a lo leído ganábamos uno o dos helados.

Estudié mi primaria en la escuela Club de Leones anexa a la Normal de Bucaramanga, algo que me impactó de mi época infantil, fue la muerte de una compañerita que al salir de la escuela muy cerca se cayó una pared y la mató. Cuando iba en el grado quinto nació mi hermanita menor, yo soy la cuarta, salí de la escuela y me fui para la clínica la Merced a conocerla, recuerdo que yo le pregunté a mi mamá que si la niña era rosadita por todas las pastillas que ella tomaba.

Como estudiaba en la anexa, pasé directamente a la Normal, pues me gustaba ser profesora y en los ratos libres jugaba con mis vecinas a la profesora. La experiencia en el bachillerato fue muy agradable, pues teníamos un grupo de compañeras especiales, con las cuales no solo compartíamos los trabajos académicos, sino las rumbitas, después que cumplimos los quince nos volvimos muy rumberas e inventábamos rumbas por cualquier cosa, recuerdo mucho a Olga Irene Hernández, Dina Huertas, Pilar Pinzón, Claudia Villareal, Olga Salazar.

Cuando estaba en el grado once, en la practica integral de inicio de año, en el aula de quinto de primaria, me dio un fuerte dolor y caí al suelo, todos los niños se vinieron encima mío, yo solo los escuchaba, y ellos gritaban al profesor, me llevaron al hospital y me operaron de apendicitis, lo que me incapacitó para continuar con la practica. La practica de finalización la hice en la escuela anexa de la Cumbre fue una experiencia muy buena y me abrió las puertas para entrar a trabajar.

Cuando terminé mi bachillerato yo quería estudiar licenciatura en idiomas, me presenté, pero no pasé, no aparecí ni en el último puesto, esto me llamó mucho la atención y averigüé en admisiones y allí me informaron que había llenado mal los óvalos y por esto el computador no había revisado el examen, me quería ir a estudiar a Pamplona educación especial, pero mi papá no me dejo pues dijo que en Bucaramanga habían muy buena universidades.

En enero como no había empezado a estudiar, me llamaron de la Normal, que si quería trabajar en un centro de educación especial y yo acepté. Fue mi primera experiencia laboral. Inicialmente iba a trabajar hasta junio para empezar a estudiar en la universidad, pero me amañé tanto que decidí en contra de mi padre estudiar de noche en la UCC, allí estudié administración educativa.

La experiencia de este centro de educación especial, fue tan buena que allí conocí al que es hoy mi esposo, quien vivía cerca del trabajo, además me sirvió mucho pues mi esposo que en ese entonces era mi novio, sufrió un trauma cerebral al accidentarse en una moto y quedó igual a uno de mis alumnos, con mi experiencia con los chicos y todas las capacitaciones que había recibido, además de la directora del centro le hice la recuperación. En este centro trabajé tres años. También trabajé en el colegio Cajasan y en la Quinta del Puente.

Cómo llegué a Arauca?
En 1.990 me casé y mi esposo trabajaba en Arauca, yo decidí que solo iba para Arauca en las vacaciones y que el fuera en los descansos. Me casé en enero y como estaba en vacaciones decidí quedarme, pero duraba todo el día sola, pues el se iba para caño limón, lloraba mucho y extrañaba mi casa. Una tarde estaba sentada esperando que llegara mi esposo, y pasó un señor y me preguntó que si era nueva en el barrio, yo le comenté que si y me dijo que que hacia, yo le conteste que era profesora y me preguntó que si quería trabajar, yo le dije que si y al otro día estaba trabajando en una escuela de primaria.

Los compañeros me recibieron muy bien, y ya quiero mucho a Arauca, aquí nacieron mis dos hijos, además me ha dado las oportunidades de ser lo que hasta ahora soy.

De allí me mandaron a trabajar con el plan de universalización como capacitadora de escuela nueva, por todos los municipios del departamento. Después pasé a la que es hoy mi escuela Juan Francisco Lara.

Esta escuela se encuentra a las afueras de Arauca, tiene zona verde y es muy grande.

Estoy muy contenta con todas estas experiencias que he obtenido desde que llegaron los computadores a mi escuela, pienso que a veces por pereza uno deja ir las cosas buenas que llegan a nuestros centros educativos. Siempre es importante enfrentarse a los retos y seguir adelante a pesar de las dificultades. Recordemos que ser MAESTRO NO ES UN HONOR SINO MUCHOS HONORES


http://larauca.blogspot.com

http://araucamunicipio.blogspot.com


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